Myrrh

EXPERIENCIA PERSONAL

Siempre hemos tenido por casa barritas de incienso, quemadores de aceite, y cuantos artilugios se nos ponían a tiro. Poco a poco fuimos afinando nuestros gustos y solo usábamos barritas de incienso Nag Champa, y aprendimos que el aceite esencial no se quema, pues produce sustancias tóxicas...

Cuando empezaron a hacerse habituales los mercados medievales, también empezamos a usar plantas naturales, que sobre unas brasas de carbón producían el mismo efecto. Toda esta introducción es para llegar a la Mirra, pues en estos mercados compré por primera vez la resina de la Commiphora y era habitual que la usáramos en casa llenando nuestro hogar de su aroma peculiar

Desde que se que no se deben quemar los aceites, ya no he vuelto a usarla, aunque recordaba que todavía me quedaba, y rebuscando, la he encontrado, aunque debo decir que, después de varios años de estar guardada, y de que al sacarla estaba como un poco pegajosa, todavía desprendía su fantástico perfume.

 

 

ASPECTOS EMOCIONALES

El aceite esencial de Mirra alimenta la relación del alma con la madre maternal y con la Madre Tierra. Este aceite ayuda a restablecer los vinculos perturbados, tanto si se trata de una perturbación madre/hijo como si se trata de la própia madre Tierra. Puede ayudarnos a superar la brecha y corregir estas perturbaciones.

La Mirra ayuda al alma a sentir el amor y la presencia nutricia de la “madre” y nos ayuda a sentirnos protegidos y seguros.

Cuando este vínculo se ha perdido, se pierde la capacidad de confianza, que es reemplazada por sentimientos de miedo. La Mirra nos ayuda a dejar de lado estos temores, encendiendo la confianza en el alma.

 

ASPECTOS HISTÓRICOS

En un principio los aromas únicamente se usaban en los rituales religiosos, pero pronto pasaron a la vida cotidiana.

La mirra fue muy valorada en la antigüedad, ya que era uno de los componentes para la elaboración de perfumes, incienso, ungüentos, medicinas y para diluir tinta en los papiros. Ya los egipcios usaron unturas perfumadas para el aseo personal. Se aromatizaban las casas, también el cuerpo como señal de purificación, y más tarde como parte del arte de la seducción.Además era uno de los productos que se usaba para embalsamar a los muertos.

El dulce aroma de la mirra poseía un gran poder de atracción. Con mirra se perfumaba el lecho de amor para estimular el encuentro sexual entre los amantes. Incluso perfumarse con mirra llegó a ser un requisito indispensable. En el bíblico Libro de Ester, se cuenta que la joven hebrea tuvo que purificarse con mirra durante seis meses para poder ser presentada ante el gran rey persa Asuero, y casarse con él.

Es uno de los regalos que los Magos ofrecieron al niño Jesús: “al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”.

La mirra, a diferencia de otros inciensos y resinas, tiene también relación con la muerte y el dolor. Los egipcios la usaban para embalsamar a sus muertos. Impregnaban el interior del cadáver y las vendas que lo cubrían con mirra, canela y otras sustancias aromáticas; durante el cortejo fúnebre se quemaban cantidades elevadas de mirra para paliar el olor a podredumbre; y en la cámara mortuoria se dejaban jarrones con mirra e inciensos para acompañar al viaje al más allá. Cuando abrieron tumbas de faraones, se encontraron fórmulas de perfumes en los muros y recipientes que todavía olían ¡después de 3000 años!

En la medicina tradicional china, en la Ayurveda india, y en otras tradiciones médicas de países donde crecen los árboles silvestres, la mirra se ha mantenido siglos tras siglos como un remedio eficaz contra numerosas dolencias. Este intenso y duradero uso medicinal ha llamado la atención de etnofarmacólogos occidentales.

 

SOBRE LA PLANTA

La Commiphora myrrha es una planta arbustiva originaria de Somalia (donde estan las granjas de Young Living) que suele estar protegida por espinas.

Esta suele crecer principalmente en ambientes tropicales y después de finalizar la época de lluvias, los cultivadores de esta planta suelen hacer pequeñas y numerosas incisiones en todo el tronco de la planta, el cual, al “sufrir daño” comienza a generar una especie de resina gomosa de color amarillo para cicatrizar las heridas, que al secarse adquiere formas irregulares con una tonalidad pardo-rojiza.

Esta resina es un líquido es muy amargo con un aroma inconfundible. Cada gota de resina produce tan solo del 3 al 8% aceites esenciales (por destilación de vapor).

Composición bioquimica (principales componentes):

Lindestrene (7-16%)

Curzerene (9-32%)

Furanoendesma-1,3-diene (25-50%)

2-Merhoxy Furanogermacrene ( 1-10%)

Beta-Elemene (1-9%)

 

ORAC: 379,800 μTE/l00g (Capacidad antioxidante)

 

 

Modificado por última vez en Lunes, 23 Agosto 2021 16:26
Más en esta categoría: « Noche de San Juan Juniper »